ORACIONES. 3

COMO SI FUERA EL ULTIMO DIA DE MI VIDA.
Me levantaré con renovada ilusión y dando gracias a Dios por el don del nuevo día.
Miraré, con ojos nuevos, de maravilla a las personas amadas y a los objetos queridos, dispuestos a mi alrededor, como si fuera la última vez que los miro.
Al beber un vaso de agua humilde y fresca, lo haré cómo si fuera el último sorbo de mi vida.
Procuraré perdonar a mis enemigos.
Trataré y serviré con eficacia esmerada y con la mayor ternura posible a mis familiares y amigos.
Seré generoso y ayudaré a quiénes lo necesiten, como si fuera el último acto de justicia y caridad que desearía dejar como recuerdo y obra buena de mi vida.
Avivaré en mi la FE, la ESPERANZA y el AMOR A JESUCRISTO y asistiré a la Eucaristía como si fuera la última en que participe.
La misión encomendada, del trabajo, por insignificante que sea, por mi emprendido, he de hacerlo como si fuera lo último realizado en mi vida.
Y si puedo llegar a la noche y no ha sido “el último día de mi vida”, desde lo más profundo de mi interior daré gracias a Dios, por otro día plenamente vivido.



Amada presencia de Dios, yo soy dentro de mi corazón, te amo y te adoro. Que la voluntad de Dios se manifieste en todo lo que yo haga en este día.

“Hoy me muevo serenamente hacia la aventura de la vida. Estoy lleno de inspiración y entusiasmo. Me guía y protege la Inteligencia Infinita. Yo expreso inteligencia en todo lo que digo y hago. Proyecto confianza y seguridad. Estoy seguro de mi mismo en cada situación. Estoy lleno de la fuerza y energía para ser el que debo ser y para hacer lo que debo hacer”.

Dios adorado, Tú eres la fuente de toda energía; Tú le das energía al sol, al átomo, a la carne, a la sangre, a la mente. Desde aquí obtengo energías de Ti como de una fuente inagotable.

Amado Padre dame Tú luz, Tú amor, Tú paz, transmite en mí todo aquello que tenga Tú armonía, equilibrio y paz infinita.

El Señor es mi roca, mi salvación y mi fortaleza; nada me hará temblar.

Yo deseo prosperidad porque es mi pensamiento, mi palabra, mi acción. Estar aquí y ahora, en una forma total de abundancia. Gracias Padre que has dado la orden que esto me sea concedido.



Jesús : “Te amo mucho, te necesito para siempre, estás en lo más profundo de mi corazón, bendice con tus néctares corporales a mi familia, mi casa, mi hogar, mi empleo, mis finanzas, mis sueños, mis proyectos y a mis amigos".