martes, 22 de julio de 2008

ORACIONES. 2

Mt. 7.7-12. Pedid y se os dará; buscad y hallareis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe, todo el que busca, encuentra y al que llama se le abrirá.

- Arrojo sobre el Señor mis preocupaciones y El me ayudará.
- Todo lo que deseo cuando rezo, creo que lo recibiré y así será.
- Si tengo fe, todo será posible para mí.
- Día a día, en todos los sentidos, mediante la gracia de Dios, voy siendo cada vez mejor a través de una AMP.
- El poder de la fe obra maravillas.
- A través de Cristo, puedo hacerlo todo, porque El me fortalece.
- Creo que siempre tengo una guía divina. Creo que siempre escojo el camino justo. Creo que siempre Dios me abrirá un camino dónde no exista paso.

Señor mío, dame te lo pido, un sentido del humor que ilumine mi tránsito por la vida, haciéndola mas alegre para mi y más aceptable para los demás.

Cuando amanece ¡que alegría recibir un nuevo día! Y hacer del tiempo un hermano, un aliado, y realizar la obra de amar y ser amado.

Afirma varias veces al día: “Mi vida se compone de paz, belleza, alegría, creatividad, salud y servicio a los demás”.

Mira con frecuencia el mundo celestial y harás en la tierra tu propio paraíso.

Para amar, para ser amado, para trabajar, para soñar, para acertar un poco más, para errar un poco menos. Amanece... ¡ Glorifico tal milagro ¡ ¡ Gracias Dios mío!

El hombre es un ser sediento de vida y nunca se podrá resignar ante la muerte.
El hombre que cree en la vida y hace opción más vida, es el hombre esperanzado que siempre mira adelante. Asume plenamente el pasado, bueno y malo, porque es consciente que ya no puede hacer nada; lo pasado, pasado está. Puede servir como fuente de experiencias, pero nunca se puede cambiar. Trabaja el presente porque lo tiene en las manos y puede hacer de él una fuente de vida para sí y para los demás.

“Hoy es el primer día que me queda de vida”
Esta frase me anima y me estimula.
¡Tengo suerte! ¡Todavía estoy a tiempo!
Hoy puedo comenzar a vivir de nuevo.
Lo que viví ayer no lo puedo cambiar pero hoy, todo puede ser diferente;
¡Puedo comenzar a vivir los días que me quedan de vida!
¿Cuántas veces podré hacerlo? No lo sé.
¡Hoy tengo la posibilidad de hacerlo porque, hoy, es el primer día de los que me quedan de vida!
Es como un renacer.
Este nuevo día me pone el futuro en las manos.
Para mí, el futuro comienza hoy y es eterno.
Por eso tengo el corazón lleno de esperanza e ilusión.
Hoy es el primer día de los que me quedan de vida...
¡Ah! También puede ser el último de esta vida, pero siempre será “el primer día”, de lo que queda de mi vida eterna.
¡Gracias Señor, por el día de hoy!

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