martes, 30 de noviembre de 2010

SESENTA EN EL SIGLO XXI

Si miramos con cuidado podemos detectar la aparición de una franja social que antes no existía: la gente que hoy tiene alrededor de sesenta años. Es una generación que ha pateado fuera del idioma la palabra "sexagenario", porque sencillamente no tiene entre sus planes actuales el hecho de envejecer.

Se trata de una verdadera novedad demográfica parecida a la aparición en su momento, de la "adolescencia", que también fue una franja social nueva que surgió a mediados del siglo veinte para dar identidad a una masa de niños desbordados en cuerpos creciditos, que no sabían hasta entonces dónde meterse, ni cómo vestirse.

Este nuevo grupo humano que hoy ronda los sesenta, ha llevado una vida razonablemente satisfactoria. Son hombres y mujeres independientes que trabajan desde hace mucho tiempo y han logrado cambiar el significado tétrico que tanta literatura rioplatense le dio durante décadas al concepto del trabajo. Lejos de las tristes oficinas de J.C. Onetti o Roberto Arlt, esta gente buscó y encontró hace mucho la actividad que más le gustaba y se ganó la vida con eso. Supuestamente debe de ser por esto que se sienten plenos...algunos ni sueñan con jubilarse.

Dentro de ese universo de personas saludables, curiosas y activas, la mujer tiene un papel rutilante. Esta mujer pudo sobrevivir a la borrachera de poder que le dio el feminismo y en determinado momento de su juventud en el que los cambios eran tantos, pudo detenerse a reflexionar qué quería en realidad. Algunas se fueron a vivir solas, otras estudiaron carreras, otras eligieron tener hijos, otras fueron periodistas, atletas, o crearon su propio "YO S.A.". Pero cada una hizo su voluntad.

Reconozcamos que no fue un asunto fácil y todavía lo van diseñando cotidianamente. Pero algunas cosas ya pueden darse por sabidas, por ejemplo que no son personas detenidas en el tiempo; la gente de sesenta maneja la compu como si lo hubiera hecho toda la vida. Se escribe, y se ve, con los hijos que están lejos y hasta se olvidan del viejo teléfono para contactar con sus amigos y les escriben en e-mail sus ideas y vivencias. Por lo general están satisfechas de su estado civil y si no lo están, no se conforman y procuran cambiarlo. Raramente se deshacen en un llanto sentimental. A diferencia de los jóvenes; ellos conocen y ponderan todos los riesgos. Nadie se pone a llorar cuando pierde: sólo reflexiona y toma nota, a lo sumo. La gente grande comparte la devoción por la juventud y sus formas superlativas, casi insolentes de belleza, pero no se sienten en retirada. Compiten de otra forma, cultivan su propio estilo...Ellos no envidian la apariencia de jóvenes astros del deporte, o de los que lucen un traje Armani, ni ellas sueñan con tener la figura tuneada de una vedette. En lugar de eso saben de la importancia de una mirada cómplice, de una frase inteligente o de una sonrisa iluminada por la experiencia.
Hoy la gente de 60, como es su costumbre, está estrenando una edad que todavía NO TIENE NOMBRE, antes los de esa edad eran viejos y hoy ya no lo son, hoy están plenos física e intelectualmente, recuerdan la juventud, pero sin nostalgias, por que la juventud también está llena de caídas y nostalgias y ellos lo saben.
La gente de 60 de hoy, celebra el sol cada mañana y sonríe para sí misma muy a menudo...Quizás, por alguna razón secreta que sólo saben y sabrán los de sesenta en el siglo XXI.

ANÓNIMO.

PORQUE TE PREOCUPAS

"Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere. Y si la historia es tan simple, porque te preocupas tanto?"
Facundo Cabral

sábado, 27 de noviembre de 2010

CRISIS

No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo.
La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. Albert Einstein

viernes, 19 de noviembre de 2010

LUIS BASSAT . Publicista

El publicista lamentó que se haya perdido espíritu emprendedor y cree que los centros de formación superior pueden contribuir a recuperarlo. "Hay un porcentaje altísimo de estudiantes universitarios en Barcelona que quieren ser funcionarios. A mí esto me da pena. Las universidades deberían explicarle a la gente el valor inmenso que tiene crear una empresa propia, muy superior a la seguridad de cobrar un sueldo todos los meses. Si quieres conseguir algo en la vida has de pasar por los riesgos que eso significa".

sábado, 13 de noviembre de 2010

IGNORANCIA

El peor enemigo del hombre es la ignorancia

miércoles, 10 de noviembre de 2010

CULTIVA PENSAMIENTOS POSITIVOS

El pensamiento hace al hombre y el hombre hace a la civilización. Los pensamientos de depresión, fracaso, debilidad, oscuridad, dudas, temor, etc. son negativos.
Cultiva pensamientos positivos de fortaleza, confianza, valor, alegría. Los pensamientos negativos desaparecerán.

domingo, 7 de noviembre de 2010

SE POSITIVO

Las posibilidades de resolver un asunto dependen, en gran medida, de la resolución con que se acometa. Si el ánimo no acompaña a la acción, poco o nada se puede esperar. Ahí reside la importancia de abordar los problemas con un espíritu positivo, porque al hacerlo se está en camino de encontrar la solución.
Los que ante un conflicto ponen el acento en lo difícil de la empresa y en lo menguado de sus oportunidades están en el umbral de perder el lance antes de que este haya comenzado.
Además de lo dicho, y no menos importante, nada tan ingrato como compartir tareas o vida con una persona que siempre ve la botella medio vacía y el futuro amenazador. La convivencia se vuelve insoportable y se corre el peligro de acabar adoleciendo del mismo defecto, porque nada es más contagioso que el pesimismo.
Dicen que un pesimista es un optimista informado. No es cierto. Un pesimista es un estúpido que solo ve problemas donde otros son capaces de ver oportunidades, y en ese mirar amargo y sin esperanza suele arrastrar a quienes están cerca. Esa es la razón por la que nadie quiere estar cerca de ellos.
Baltasar Gracián, el maestro de la síntesis, define este principio con una sola frase : “Abórdese lo fácil como si fuera difícil y lo difícil como si fuera fácil”.