173. Ayer repartía llanto ; hoy sólo ofrezco sonrisas.
174. Para ser dichoso hay que dejar de lado estos tres fantasmas : temores, inquietudes y resentimientos.
175. Cierra varias veces los ojos durante unos minutos al día, visuálizate perfectamente sano de cuerpo y mente y feliz muy feliz, para aliviar la carga del mundo. Cuando pasen unos cuántos meses, no solo no visitarás a médico alguno, sino que muchos pacientes vendrán a tí en demanda de tu reconfortante presencia y acertados consejos.
176. Siempre que pierdo la calma me digo : "Tengo que frecuentar más el Santuario Interno". Y me siento, cierro los ojos, inmovilizado el cuerpo, dejo a un lado los pensamientos y experimento el vacío que, paradojicamente, es la totalidad.
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